viernes

CAPITULO 12


-¿Eso te dijeron? – Dijo Gabriel mientras estaba recostado sobre mi pecho.

-Sí, ¿no es genial? – Estaba bastante feliz en ese momento, jugueteaba con mis dedos su hermoso cabello alborotado que tenia Gabriel – nunca pensé que iban a reaccionar así.

-Sí, pero ahora debemos de hablar lo de los mensajes – Gabriel inquirió una postura un poco rígida y empezó a mirarme a los ojos con suma atención.

-Sigue… - la verdad quería que el empezara, ya que la verdad no tenía alguna frase para empezar, por el momento.

-Debemos de ser más precavidos ahora y si siguen mandándote los mensajes de amenaza, yo hablare con él porque quizás él quien está en todo esto es Alan – Gabriel se dio media vuelta para ver la ventana que estaba al lado de la cama, el viento de la noche entraba muy poco a mi cuarto, eso hacía que la habitación estuviera un poco fría.

-No puede ser Alan – intente recobrar la memoria el día en que me habían mandado el primer mensaje, el estaba platicando con sus amigos, al parecer no era él quien me lo había mandado, no podría ser…

-Debe ser él –respondió Gabriel con voz baja pero con un tono agresivo - ¿Quién mas sabe de nosotros? Solo él.

Nos quedamos un momento en pleno silencio, estaba pensando en muchas cosas, ¿Por qué Alan me debería de estar mandando estos mensajes?, notaba que el al parecer ya lo había superado un poco, ¿Por qué debería de estar molestándome con esto?...

-¿En qué piensas? – dijo Gabriel con su voz tierna, eso hizo que me inclinara hacia él para besarlo.

-En nada – lo mantuve abrazando de su cuello, quería sentir esos hombros tan masculinos que tanto me gustaban.

-No te preocupes bebe –me susurro al oído.

Cuando acabo de terminar lo que dijo nos acostamos en la cama, nos tapamos con las gruesas sabanas de mi cama y empezamos a dormir, después empecé a inquirir la posición que había visto con mi papá, abrase a Gabriel con todas mis fuerzas y cruce mis dedos hacia los suyos de manera que pueda sentir como el está conmigo, el solo dio un pequeño bostezo y dio como respuesta un beso hacia mi mano.

Los rayos de luz de nuevo estuvieron interrumpiendo mi gran sueño de hadas, tuve que parpadear varias veces para poder distinguir lo que estaba pasando, quise dar media vuelta para saber si él estaba conmigo, pero no era así, al parecer el ya se había ido a su hogar, sabía que él no puede estar mucho tiempo aquí.

Me levante tratando de pensar que será un buen día, cuando sabia que todo será al contrario de un lindo día, no tenía el humor de hacer las cosas, parece ser que mis amigas deberán de acostumbrarse a tener mi cara amargada, pero al fin y acabo solo será hoy, debía de saber quién es la misteriosa persona que tanto me andaba molestando.

Fui directo a la cocina tratando de no pensar mucho en las cosas, ¿saben?, es molesto todo lo que me está pasando, quiero fingir que las cosas verdaderamente no son lo que parecen y que pueda vivir como una persona normal, el de tener una familia, el de hacer lo que yo quiero hacer, el de poder amar a cualquiera sin importar de que sexo sea, ¿eso es mucho pedir?, ¿Por qué las personas tratan de molestar a los demás por esa razón? ¿Sienten poder al hacerlo? ¿Es necesario? Solo desearía saber por qué, lamentablemente mucha gente sale lastimada y ellos al parecer no lo sienten.

Como mi cereal de mal gusto, sabía que los especialista dicen que nunca debes de comer cuando estas enojado o con otro estado de ánimo que se refiera a lo negativo, pero la verdad tenía hambre y no podía estar muy feliz que digamos.

Al parecer la escuela ya se me había hecho tarde y tenía que llegar a tiempo, casi era temporada de exámenes y teníamos que asistir a las clases para poder resolver nuestras dudas, eso es lo que deberíamos de hace en estos tiempos.

Solo agarre mi uniforme y me fui a bañar, tenía que ducharme muy bien después de la noche que estuve con Gabriel, esa noche tan inolvidable, desearía que otra vez pasara, en fin, tenía que ducharme bien y aun cambiarme más rápido de lo normal.

Fui directo al transporte, estaba ahí justo a tiempo, no pensé dos veces y fui directo hacia él, tuve que correr por si se iba a ir sin mí como en otras ocasiones y la verdad no lo deseaba por lo mismo que mi humor no estaba del todo bien. Fui a dar un reojo para ver quienes estaban en ella, no había señal de Alan, en verdad eso me dio mucho gusto, no sabía si en verdad esa fuese la maldita persona que me estaba molestando, pero prometí que si fuera él lo golpearía, aunque lo amaba pero lo debería de hacer, es muy injusto lo que me estaba haciendo, no debería de hacerlo.

Llegue aun a tiempo a la escuela, la profesora no estaba dentro de la clase, así lo que hice fue ir a mi butaca y dejar mi mochila, al parecer mis amigas también habían llegado, sus cosas estaban a mi lado del asiento como de costumbre, deje mi mochila a lado de ellas y salí a dar un paseo por la escuela y por supuesto para ver si Gabriel también había llegado a la escuela.

Mis amigas estaban en el patio y hablaban en voz baja, fui directo hacia ellas con paso lentos, quería darles una sorpresa de mi llegada, cuando ya estaba a punto de hablarles Jessica se había dado cuenta de mi presencia y me saludo, mi plan no funciono.

-¿Estás listo? – pregunto Jessica tratando de que supiera lo que estábamos a punto de hacer.

-Sí – alce la mirada para ver a mi alrededor – deberíamos de separarnos y cada quien debería de verlo por su lado ¿está bien?

-Sí-Mónica fue la primera en irse a los salones de los otros grados.

Jessica fue la que se mantuvo en el patio era donde más tenia la probabilidad de encontrarse con la persona, mientras yo procure en irme en donde estaba sentado Alan, el estaba con sus amigos como siempre, trate de que no me viera así que fui directo en la parte de atrás tratando de ver algún tipo de reacción.

Me encontré con Mónica en la parte de arriba del edificio, ella me mando un pequeño gesto para saber si tenía que hacerlo de una vez, yo le asentí y ella se fue más adentro del edificio.

Mónica empezó a marcar.

Los tres tratamos de ver por todos lados viendo quien podría responder a su celular, pasaron segundos y nadie lo levanto, hemos fallido.

Jessica fue la segunda en marcar y tampoco tuvo respuesta. Tampoco había señal de que fuese Alan, de hecho aun seguía platicando con sus amigos, no podría ser él, no podía serlo.

Intente marcar yo después pero la verdad seria en vano, lo sabía, no tenía sentido marcarlo yo, nadie podría levantar su celular, parece ser que la persona no es de esta escuela, es alguien más.

Las dos llegaron a donde estaba yo, estaban un poco decepcionadas, la idea no funciono del mucho, Mónica creía que era posible que estuviera en la escuela, pero su idea no funciono, mientras Jessica aun seguía viendo a su alrededor si algo le pareciera extraño.

-Vámonos – dije con voz desanimada.

-Creí que era una buena idea – dijo Mónica con voz más desanimada que la mía.

Mi celular empezó a vibrar, al sentirlo creí que era posible que Gabriel me hubiera mandado un mensaje, pero de pronto recordé que él no me manda mensajes cuando esta con sus compañeros, tratando que sus amigos no se enteraran de la relación que teníamos entre él y yo. Mire hacia arriba para verlo y ahí estaba platicando con ellos, cuando me di cuenta de eso trate de no pensar que el mensaje es posible de la persona desconocida.

-¿Te están llamando? – dijo Mónica tratando de evaluar mi expresión.

Yo solo asentí.

-Debemos de ir por toda la escuela – dijo Jessica tratando de jalar a Mónica hacia donde ella iba – es nuestra única oportunidad.

Abrí el celular tratando de averiguar lo que decía el mensaje.

“No trates de que tus amigas me encuentren, eso es imposible”

Mire de nuevo hacia Alan, pero él no hacía nada más que hablar, ¿Qué es lo que está pasando aquí? , estaba realmente enojado, así lo que hice fue mandar un mensaje a Gabriel comentándole lo que apenas me había sucedido.

Jessica y Mónica se dirigían hacia mí, al verles la cara sabían que no habían encontrado respuesta, estaba lo bastante furioso.

-No encontramos nada, no es de aquí – Jessica miraba de nuevo a su alrededor.

-Miren- dije indicándoles lo que me habían mandado – quizás mejor debemos de entrar al salón y comportarnos como si nada estuviera pasando, quizás a lo mejor alguien de aquí le está informando lo que hacemos.

-La profesora entro – Mónica estaba dirigiendo la mirada hacia la llegada de la profesora.

En todo el día solo estuve pensado en el mensaje, quizás Alan es él quien dice que es lo que hago a la otra persona, o quizás no, es la única opción ya que él es el único que sabe que yo soy gay, no hay nadie más. Sabía que debo de enfrentarlo, pero ¿Cómo?

Al final de la clase mi celular empezó a vibrar, ¿era la persona que me anda molestando? ¿Es Gabriel quizás?, tenía que ver el mensaje que me habían enviado, ya no sabía qué hacer así que solo abrí mi celular para leerlo.

“Debemos de hablar seriamente de esto, te veré en la noche”

Gabriel ya tomo muy en serio toda esta situación, tanto como yo, sabía que él me protegería de cualquiera cosa que pasara entre nosotros, peor en verdad eso me daba muchos escalofríos, no quiero que le pase nada, ¿Por qué están difícil estar amándonos cuando alguien esta interfiriéndose entre nosotros?

La noche había caído tan rápidamente que no recordaba cómo es que había llegado a la casa, estaba esperando a la llegada de Gabriel, sabía que no tenía que tardar, por lo tanto mientras lo estaba esperando me puse a revisar los mensajes de nuevo, tenía que sacar una pequeña teoría de todo esto, tenía que encontrar la respuesta, tenía que saber el por qué.

Me acosté sobre mi cama viendo hacia el techo, intente que mi cabeza retrocediera por el tiempo tratando de que mi mente fuera lo más lejos posible hasta encontrarme el problema de ésta situación, no sabía por dónde empezar así que preferí reiniciar hasta cuando conocí a Gabriel.

El día en que todo mi razón de ser había encontrado algún fruto, Gabriel, ese niño al que por cosas del destino me lo trajo hacia a mí, en verdad sus brazos largos, su cabello negro y corto, sus ojos hermosos, su simpatía, su forma de ser, ¿es tanto pedir?, sabía que él y yo andaríamos juntos por toda la eternidad.

Lancé una pequeña sonrisa a mi mismo recordando el día en que nos conocimos en el cine, el día en que casi por muy poco pareciera que íbamos a besarnos hasta la llegada de Alan… al parecer el estaba muy enojado por lo que había pasado, ¿Celos?, según él dijo que sí… todo eso lo tomare como un en contra, era otro motivo más del por qué Alan me estuviera haciendo todo esto.

¿Qué mas debería de haber pasado?, mi mente aun seguía trasladándose en todos los momentos que había pasado con Gabriel, hasta que una imagen que había formado en mi mente se detuvo en la fiesta que me había invitado Angélica, ese día en la que fue todo un problema, trataba de no recordar en todos los detalles pero lo tenía que hacer, el chavo tuvo un enfrentamiento conmigo, en verdad no me había pasado nada hasta que Gabriel intervino y peleo con él, mi mente aun seguía recordando tratando de encontrar alguna pista, hasta que mis ojos se abrieron como platos tratando de que mi mente lo había encontrado.

Alan me había dicho que sentía mucho en no haberme defendido y yo lo acepte, pero ¿Por qué me lo había dicho después?, ¿porque no había intervenido él a la forma en que lo había hecho Gabriel? ¿Por qué?, Además él fue él quien me había llevado a su casa tratando de que mi familia no se enterara de eso, por que trataba de platicar conmigo después para decirme todo lo que sentía por mí. Mi mente seguía recordando cada detalle de lo sucedido, quería en verdad encontrar una pista de esa situación, pero más de que pensaba, no podía.

De pronto escuche como estaba golpeando a mi ventana, había llegado, el tenia puesto una gran chamarra negra por el frio que estaba haciendo en esa noche, sus jeans favoritos y una camisa blanca que hacía que se viera su hermoso pecho formado. El entro con facilidad, sabia en donde tenía que pisar tratando de que no hiciera ruido y despertara a mis padres, se sentó a mi cama a un lado de mí y me mando un beso en mis labios, fue tan largo que hizo que me olvidara la razón de su llegada.

-Debo de hablar con Alan – me dijo al terminar de darme ese beso feroz y tierno al mismo tiempo.

-Sí lo sé – volteé a ver sus ojos llenos de furia, trataba de esconderlos pero no era bueno para esconderlos.

-Debe de ser él- dijo tratando de que su voz no subiera de tono.

-¿Cuándo hablaras con él?

-Este fin de semana, es mejor para que nadie sospeche de que algo hubiera pasado entre nosotros si es que…

-¿Sí es que qué?- le acaricie su mejilla, estaba muy fría por consecuencia del frio que estaba haciendo en la noche.

-No sé que pueda pasar, pero debemos de ser precavidos, no quiero que haya chismes por doquier- me lanzo un mirada tierna, sabia en lo que estaba haciendo.

-Te cuidado ¿sí? – le mande un beso en su frente, no quería en verdad que todo esto se pusiera poner mal, no quería que nada le pasara.

Nos recostamos los dos el uno para el otro como si los dos tratáramos de sentir nuestro propio calor, como en forma de nido, el me abrazaba y yo a él, de nuevo trate de encontrarme con sus labios para besarlo, lo necesitaba, no quería que todo esto llegara a menores, quería sentirme protegido por él, quería sentirme bien.

A mi lado se puso a dormir tranquilamente, estaba viendo como estaba tan quieto , parecía que estaba un muñeco a mi lado, parecía tan tierno, con ganas de abrazarlo, no podía dormir, no tenia sueño, mire hacia la ventana tratando de distraerme un poco, quería pensar en muchas cosas menos en lo que iba a suceder en el fin de semana, ¿Por qué tengo el presentimiento de que va a suceder algo malo?, trate de voltear de nuevo hacia Gabriel y el aun seguía durmiendo, pensé en que mañana será viernes, quizás todo pase a la normalidad, quizás solo es una broma para molestarme, eso es todo…

En la mañana me levante muy tarde, empecé a dormir en la noche anterior muy tarde ya que no tenía bastante sueño, Mire a lado de mi cama pensando de que Gabriel estuviera conmigo pero él no estaba, ¿Por qué siempre se va cuando lo necesarito un poco más de tiempo? Era algo injusto, me queje levantándome de la cama y me dirigí hacia mi closet, no tenía ganas de desayunar, trate de ver en mi guardarropa para ver que ropa me podría poner para hoy, trate de escoger algo que me pueda levantar el ánimo, pero la verdad no tenía ganas de hacerlo, así que agarre lo primero que me encontré, una playera roja unos pantalones entubados de color negro, solo era eso, me lo puse rápidamente sin ducharme antes, no tenía ganas, solo era eso.

Fui a la escuela con ningún ánimo de ir, mis amigas lo habían notado y empezaron a platicar conmigo del porque estaba así, les conté todo menos de que Alan es la persona que está haciendo todo esto, no quería perder a Jessica.

-¿Entonces mañana ira hablar con esa persona? – Dijo Jessica sorprendida - ¿y tú sabes quién es?

-No aun no lo sé – esquive la mirada y trate de ver a Alan, estaba sentado solo viendo como sus amigos estaban jugando basquetbol, a lado estaba una chica, una chica a la que nunca había visto-¿Quien es ella?

Mis amigas voltearon a ver a la dirección que yo veía, Mónica fue la que se dio cuenta primero.

-Es su ex novia- dijo Mónica.